Cuidalaslolas y una charla con conciencia: Florencia Alcaraz
Florencia vive en Córdoba, estudia medicina, ya cerca de recibirse, da clases e imparte sus conocimientos a quien se le cruce.
Sí, desde sus redes sociales, enseña sobre nociones básicas, aprovechando fechas claves o situaciones que la hayan involucrado puntualmente. Así es como en Twitter, por ejemplo, logra combinar sus avatares personales con información útil para la vida de todxs, compartiendo contenidos, campañas y experiencias. La concientización en cáncer de mama no es la excepción. Por eso, decidimos charlar con ella.
CLL: Flor, nos gustaría saber, en primer lugar. Cuando o por qué decidiste estudiar medicina?
-La verdad que esta pregunta me cuesta contestarla desde siempre porque nunca hubo un hecho puntual en mi vida que me haga inclinar hacia esta rama. De chica me interesaban las ciencias naturales (de hecho en el colegio al elegir una orientación opté por esa) en el secundario me gustaba y me destacaba en biología y química así que supuse que por ahí iba la mano. En mi familia no hay médicos, mi abuela era enfermera y a veces me regalaba libros de primeros auxilios o anatomía así que calculo que eso tuvo algo de influencia. Lo único que recuerdo fue que a los 16 (cursando mi último año de colegio) decidí que me quería ir de casa a estudiar medicina, no sé, fue como un rayo que cayó del cielo, algo interno que me empujaba a hacer esto y también era un desafío porque a esa edad no entendía mucho de nada. Así que después de convencer a mis padres estudié todas las vacaciones de ese verano, ingresé en la UNC y me vine a vivir a Córdoba a los 17 años y desde ahí tuve que aprender a manejarme sola en la ciudad y en la facu.
Cuando empecé a cursar la carrera me enamoré de la misma y me sentí satisfecha porque había encontrado mi vocación y me di cuenta que era esto lo que quería hacer el resto de mi vida.
CLL: Lo peor y mejor de la profesión?
Lo peor para mi son las frustraciones cuando no salen bien cosas entre un equipo de trabajo que terminan perjudicando al paciente.
Lo mejor como estudiante/agente sanitario es salir a hablar con la gente, a concientizar, educar, escuchar y responder dudas.
Como médico aprender algo nuevo de cada paciente y sentir esa satisfacción de haber podido contribuir a la sanación o tratamiento de una patología para mejorar la calidad de vida de otra persona.
CLL: ¿Te ha tocado hablar sobre el tema? ¿Qué reacciones ves en la gente al hablar del cáncer de mama?
Sí, desde hace ya dos años estoy en diferentes hospitales dando charlas de concientización y prevención junto con otros médicos y en una de las cátedras donde trabajo me tocó enseñarles este tema a los chicos.
Lo primero que veo es que las únicas interesadas siempre son mujeres, que no está mal porque la incidencia es mucho más alta en ellas, pero los varones creen que no les puede tocar o que es sólo cosa de chicas. Lo segundo es que hay mucho mito y estigma alrededor de la enfermedad, sobretodo circulando entre personas adultas. Lo tercero y para mí lo más grave es que la mayoría de las mujeres no se palpa porque no sabe el método correcto para hacerlo o porque les da vergüenza.
El año pasado con la cátedra de Patología estuvimos hablando del tema en el hall principal del Hospital Nacional de Clínicas y exhibimos algunas piezas de biopsias (mastectomías, cuadrantectomías, masas tumorales) y eso despertó interés en mucha gente. Nos preguntaban acerca de los estudios para detectarlo, sobre el estilo de vida, la edad de incidencia, si es algo hereditario, etc. Mi conclusión fue que quizás al ver algo tan impresionante como un tumor los hace reaccionar más y tomar conciencia de que es algo real y que existe.
CLL: ¿Qué considerás que falta o que podría hacerse a nivel nacional, considerando que se trata de la primera causa de muerte por tumores en mujeres?
Mejores clínicos que sepan sospechar y poder agarrar la enfermedad a tiempo, un trato más humano por parte de los médicos, más información acerca del tema para que las mujeres pierdan el miedo y los varones despierten interés.
Más controles de screening pero que tengan un alcance para toda la población, es decir que los mamógrafos y ecógrafos no estén sólo en las grandes capitales de la ciudad sino que lleguen también a los pueblos y periferias donde la gente también se enferma.
Un tratamiento accesible para todas las clases sociales, si bien ya prácticamente no se llevan a cabo tantas mastectomías radicales; una cuadrantectomia o un vaciamiento ganglionar dejan una cicatriz y a veces en ciertos lugares donde la mujer siente su feminidad vulnerada. Estaría bueno que las cirugías de reconstrucción mamaria y los implantes sean una realidad posible para todas las mujeres que tienen que pasar por un quirófano y por un proceso así.
Y finalmente un mejor acompañamiento terapéutico, durante la radio/quimioterapia y después, sobretodo después para hacerla sentir a la paciente que no está sola en esto y que se puede vencer al cáncer.
CLL: ¿Conocés de alguna campaña que se lleve adelante en Córdoba?
Sí, en Córdoba se está llevando a cabo una campaña llamada Córdoba Rosa que dura todo el mes y contiene diferente propuestas como actividades al aire libre, jornadas de educación y prevención, mamógrafos móviles en diferentes puntos de la ciudad, muestras fotográficas etc.