La obra forma parte de la serie Retazos. “Retazo. Retal. Trozo. Fragmento. Sobra. Resto. Entiendo al retazo como aquello que es desechado, descartado por inútil y que sin embargo esconde una posible utilidad. El retazo es para mi resiliencia. Vestirnos de retazos es como unir los pedacitos que quedan de nosotros mismos cuando enfrentamos la adversidad. Y eso nos da esperanza. De allí el color de los paños en mis obras. El retazo al igual que una bocanada de aire fresco, nos rescata. Se vuelve abrigo que nos salva”.
La obra fue realizada con lápiz grafito, grafito acuarelable y acuarela sobre papel.