La obra presenta una reinterpretación de la Venus de Willendorf, fusionando la historia con la contemporaneidad. La figura, volumétrica y poderosa, se destaca en un fondo abstracto que evoca un amanecer, sugiriendo renacimiento y nuevos comienzos. Utilizando tonos intensos de rosa y coral, simbolizando la feminidad y la esperanza así como también representando la lucha y la resiliencia de quienes enfrentan esta enfermedad.Esta obra no solo rinde homenaje a la belleza ancestral de la mujer, sino que también se convierte en un llamado a la concientización y a la solidaridad en la lucha contra el Cáncer de mamas, convirtiendo la figura en un ícono de fortaleza y esperanza.