Me gusta andar entre la gente, sentir el latir de lo urbano, habitar la vorágine. Me detengo, observo, registro. Tomo nota de los espacios que recorro, ellos pasan a través de mí y los transformo con mi propia mirada. Así surge este personaje que convive en un espacio donde su cuerpo habita junto a sus pocas pertenencias donde parece reafirmar su existencia.