Esta obra es un collage artístico digital cargado de simbolismo y fuerza emocional. La pieza combina elementos visuales vintage, naturales y oníricos para construir una narrativa íntima sobre la identidad, la introspección y el deseo de transformación personal.En el centro, una figura femenina en blanco y negro sostiene una cámara, como símbolo de la mirada propia y la búsqueda de sentido a través del arte y la memoria. La cámara lleva escrito “La dolce vita”, haciendo alusión a la belleza de la vida y al miedo a perderla, pero también al contraste entre lo que se muestra y lo que se siente.Sobre el rostro de la figura, se despliega una escena de ensueño: una mujer dormida dentro de una flor, rodeada de hojas tropicales, flores y un ojo que observa desde el interior, representando el mundo interior, el inconsciente y la sensibilidad. La frase “Objetivo: superarme” aparece como una declaración clara de intención, que atraviesa la obra como un hilo conductor: la necesidad de sanar, avanzar y trascender.El reloj derretido, los pies con medias florales, y la mujer recostada evocan el paso del tiempo, el cansancio emocional y la nostalgia, mientras que los girasoles y las hojas verdes dan un respiro de vitalidad y esperanza.El fondo en color naranja aporta calidez, energía y movimiento, y hace que cada recorte por más imperfecto que sea resalte con fuerza, que la belleza y la vida se encuentran también en las cicatrices ,en el corte en la cirugia , es como si todo emergiera de la mente y el corazón de la protagonista. En conjunto, esta obra es una exploración visual del crecimiento interior, del deseo de superar heridas y de encontrar belleza incluso en los fragmentos rotos. Un testimonio visual de resiliencia, creatividad y autoconocimiento